viernes, 23 de abril de 2010

SUBDESARROLLO~>Definición

Podemos decir que el desarrollo humano es un proceso por el cual se amplían las oportunidades de las personas. Según el PNUD las tres más esenciales son disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y tener el acceso a los recursos necesarios para lograr un nivel de vida decente; pues si no se poseen éstas, muchas otras quedarán inaccesibles. Entre otras oportunidades altamente valoradas podemos mencionar las libertades políticas, económicas, sociales y culturales, como también la posibilidad de ser creativo y productivo, gozar del respeto mutuo y disfrutar de la garantía de los derechos humanos. El desarrollo humano tiene dos aspectos, la formación de las capacidades como la mejora de la salud, el conocimiento y habilidades; y el uso que la gente hace de tales capacidades para el descanso, la producción o las actividades culturales, sociales y políticas.

Los países en donde no se presentan las condiciones favorables en este sentido en ocasiones se los menciona como SUBDESARROLLADOS, la palabra pareciera tener una connotación de permanencia en el significado de remarcar la presencia de barreras que impiden que estos países avancen hacia el desarrollo. Otra forma de clasificarlos es llamar a estos países EN VÍAS DE DESARROLLO para dejar en claro la posibilidad de tal avance.

Características de los países subdesarrollados



Estas características son, frecuentemente, explicaciones, y excusas, de porqué un país está subdesarrollado.

En primer lugar, sus habitantes apenas disponen de lo necesario. El concepto de lo necesario se amplía en la sociedad capitalista de consumo de masas. Es la vieja teoría que vincula el desarrollo y el consumo con el crecimiento económico. Es un concepto relativo que se amplía con el desarrollo económico.

Otra característica es la subproducción de tipo capitalista. Los recursos no están aprovechados. Según esto, sólo es posible producir en fábricas al modo capitalista, consumiendo los recursos de manera predadora. Pero el concepto de recurso es algo que cambia con la tecnología, y las posibilidades que tiene una sociedad para utilizarlo.

Otra de las características de los países subdesarrollados es su alto crecimiento demográfico, debido a causas endógenas. Existe la creencia de que las altas tasas de incremento de la población impide el desarrollo económico. Esto, que puede ser cierto a escala familiar o en el corto plazo, no lo es a escala nacional, ya que una masa de población grande garantiza una mano de obra abundante y barata, que, además, es consumidora. Si la población es mayoritariamente dependiente, o está en el paro, se debe a los bajos niveles de inversión, y no a los altos índices de población.

Otra de las características de los países subdesarrollados es la dependencia económica del mundo desarrollado, en un nuevo tipo de colonialismo, neocolonialismo, según el cual la inversión industrial y los canales de comercialización del producto están en manos de los países ricos, frecuentemente las antiguas metrópolis. La reducida inversión implica unos bajos índices de industrialización, que además depende del exterior, y que, en última instancia, se lleva los beneficios del capital y las horas trabajadas.

Tras la crisis de 1973 los países del Tercer Mundo se industrializan gracias a la política de descentralización productiva de las grandes multinacionales; que buscan en los países y los trabajadores del Tercer Mundo condiciones más ventajosas: para las empresas, de contratación de la fuerza de trabajo, impuestos, etc. Esto implica la total desarticulación de la economía tradicional, ya que las nuevas industrias atraen a parte de la población activa y la convierte en proletariado industrial, ajeno y desvinculado de la economía tradicional del país.

Otra de las características del Tercer Mundo es el intercambio desigual de las mercancías. Ellos producen materias primas y compran productos elaborados de alto valor añadido. Esta situación está cambiando con la nueva industrialización de los países del Tercer Mundo, aunque no son ellos quienes se llevan los beneficios.

Según esto, existen unas características tópicas de lo que es un país subdesarrollado: insuficiencia alimentaria, déficit social, analfabetismo, recursos desatendidos o derrochados, elevado porcentaje de agricultores, escasez de clase media consumista, incompetencia industrial, hipertrofia del sector terciario, bajo PIB, desempleo, subempleo y trabajo infantil, subordinación económica, desigualdades sociales internas acusadas, crecimiento demográfico, persistencia de la miseria, etc. Todas estas características son valoradas comparativamente con los países desarrollados. Pero esta concepción de lo que es un país subdesarrollado ha quedado desfasada en los últimos treinta años, ya que se han desarrollado unos procesos de industrialización, alfabetización, caída del crecimiento demográfico de la población, y de descenso de la producción y la productividad agrícola, que hacen temblar estos criterios.

En realidad, estas características de los países subdesarrollados son los efectos que una economía subdesarrollada produce en una población, no las causas. Son fruto de la desigualdad intrínseca que introduce el sistema capitalista, que tiende a acumular capital en unos países detrayéndolos de otros.

Si analizamos atentamente las sociedades de los países capitalistas podemos encontrar grupos de población que tienen las mismas características que las de los países subdesarrollados, es el llamado cuarto mundo, la única diferencia es que en los países del Tercer Mundo esta población adquiere el carácter de endémica, ya que están alejados del centro capitalista y, que tienen unos canales de distribución de la riqueza malos y escasos.


Las causas del SUBDESARROLLO

Al valorar las desigualdades existentes entre los países, hay que tener en cuenta muchos factores y no solamente los indicadores económicos. Hay condicionantes históricos, aquellos que se refieren a la evolución política, los que dependen de las características físicas y los recursos naturales, etc. Ninguno de ellos actúa por separado como una causa única, sino que se conjugan e interactúan entre sí. Los principales factores que condicionan el subdesarrollo son los siguientes:



La colonización histórica

La colonización de territorios por parte de las potencias más poderosas es un fenómeno que se ha venido repitiendo a lo largo de la historia. Sin embargo, este proceso alcanzó su máximo desarrollo a partir de la conquista de América en el siglo XVI, y culminó en el siglo XIX coincidiendo con la revolución industrial. Se consolidó así el dominio político y económico de las potencias europeas sobre la mayoría del mundo: América, Asia, África y Oceanía. Las metrópolis importaban de sus colonias las materias primas que necesitaban para alimentar sus industrias, a la vez que exportaban los productos fabricados. Se creó así un sistema económico desigual. Cuando las colonias alcanzaron su independencia, muchas de ellas siguieron manteniendo la dependencia económica, financiera, industrial y tecnológica de sus antiguas metrópolis y de otros países ricos.

La deuda externa

Algunos países recibieron ayudas para mejorar sus estructuras productivas en forma de préstamos por parte de instituciones financieras internacionales y de los países más ricos. Los intereses de esos préstamos han resultado muy elevados, por lo que hay Estados que han contraído una deuda altísima a lo largo de los años. Como tienen que destinar una parte muy importante de sus recursos económicos a la devolución de la misma, se encuentran con un fuerte obstáculo a sus posibilidades de desarrollo. En caso de incumplir sus obligaciones de pago serían excluidos de futuros préstamos.

En 1996, el Banco Mundial y el FMI pusieron en marcha una iniciativa llamada Países Pobres Muy Endeudados (PPME) con el fin de liberar de una parte de esta carga a los países más pobres y con una deuda mayor.

La dependencia tecnológica

La falta de tecnología propia y de capacidad para asimilar la de los países desarrollados coloca a los más pobres en una posición muy desfavorable en el mercado mundial, ya que no pueden producir de forma competitiva. Además, los avances tecnológicos han dejado obsoleta una parte importante de la producción de estos países, lo que ha supuesto una reducción de sus exportaciones y, por tanto, de sus ingresos. Por ejemplo, el caucho natural ha sido sustituido por productos sintéticos, y el cobre, utilizado para las comunicaciones, está siendo reemplazado por la fibra óptica.

A todo eso se une que las personas altamente cualificadas apenas pueden desarrollar su labor en sus países de origen y son absorbidos por grandes corporaciones para trabajar en el mundo desarrollado.

El elevado crecimiento demográfico

La natalidad se mantiene elevada en la mayoría de los países más pobres, mientras la mortalidad se ha reducido, provocando un fuerte crecimiento demográfico. Pero los alimentos disponibles no han crecido en la misma proporción. Por ello, los países pobres no pueden satisfacer las necesidades de toda la población, comprometiendo su futuro desarrollo.

Una salud y una educación deficientes

Las enfermedades y las hambrunas conllevan importantes gastos sanitarios para un país a corto plazo, y tienen un fuerte impacto a largo plazo.

Los adultos enfermos y que presentan malnutrición abandonan sus trabajos y las familias dejan de tener ingresos. Muchos niños se ven obligados a trabajar en sustitución de sus padres enfermos y a abandonar la escuela. La salud de estos niños se resentirá y su falta de formación les impedirá optar a un trabajo mejor en el futuro. En consecuencia, los habitantes de los países pobres presentan un bajo nivel de formación.

Los desiguales intercambios comerciales

Los países subdesarrollados sufren el bloqueo de sus exportaciones agrícolas por parte de los países ricos, que protegen su producción mediante subvenciones a sus agricultores, lo que les permite rebajar los precios de estos productos en el mercado mundial. Igualmente, los países pobres encuentran barreras a sus exportaciones de textiles, alimentos procesados, bebidas y otros productos que, de no ser así, podrían ser competitivos.

Además, los países desarrollados presionan para que los países pobres supriman los impuestos sobre las importaciones occidentales, normalmente productos manufacturados. La entrada de estas manufacturas de calidad dificulta el desarrollo de una industria propia.

La guerra

Los conflictos armados, a menudo sostenidos por los propios gobiernos, suponen en muchas ocasiones la devastación de los países. Además de las pérdidas de vidas humanas y económicas, las naciones que sufren estos conflictos se quedan sin una mano de obra joven necesaria para su recuperación y desarrollo.

La corrupción política y la inestabilidad

La falta de estabilidad política y de un marco legal claro, así como la corrupción de los gobiernos, condicionan a los inversores, que a menudo no se ven motivados para invertir en determinados lugares.